Cuenta la historia que un día
el río se separó.
Y se llevó a una princesita
que huía con un varón.
Era la bella Nahipy
consagrada a mboí
una cruel y vil serpiente
que azotaba al guaraní.
Con su canoa el valiente
cacique Tarobá
secuestró a la princesita
pa´ amarla en otro lugar.
Pero la bestial culebra
se le adelantó a su plan
y con ayuda de Tupá
destrozó aquella canoa.
El amor que se tenían
de pasión y juventud.
Hizo que el río se abriera
formándose el Iguazú.
Nahipy es hoy una piedra
debajo de una cascada
Tarobá una simple palmera
que vive frente a su amada.
Un mensaje de alegría
el mismo río nos dejó.
Y en forma de cataratas
nos vino a mostrar su amor.
Según cuenta la leyenda
aún ven bailar felices
al cacique y la princesa
cuando nace el arcoiris.
Federico Andresito Colombo
Nahipy y Tarobá por Federico Andrés Colombo se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
lunes, 6 de enero de 2014
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